Estrenos: Arráncame la vida y Paisito

Doble estreno latino para esta semana. Por un lado Arráncame la vida y por otro Paisito.

Arráncame la vida (2008) es la segunda película del director mexicano Roberto Sneider, despues de 13 años de la interesante Dos crímenes (1995). Ana Claudia Talancón, Daniel Giménez Cacho y José María de Tavira entre otros, componen el exelente reparto de esta película, que en los recientes Premios de la prensa mexicana, ganó a la mejor película, director, actor y actriz protagonistas y guión.

En Puebla, Catalina lleva una vida digna de una jovencita de familia. Pero en cuanto conoce al caudillo Andrés Ascencio su vida da un giro impresionante. Ella deja de lado la inocencia y la ternura porque despierta a una vida de pasiones, lujos e infelicidad junto a Andrés, quien pese a lo dominante y explosivo que pueda ser se empeña en demostrarle a Catalina cuanto la ama. Esta es la historia de una mujer que se atrevió a romper los esquemas de su tiempo, aunque eventualmente comprobó que la fuerza que nos motiva a todos es el amor.

Por su parte, Paisito (2008) es una coproducción entre Argentina, Uruguay y España, dirigida por la española Ana Díez y protagonizada por Mauricio Dayub, Emilio Gutiérrez Caba y Viviana Saccone.

Nada más pisar la tierra de sus padres, Xavi, el nuevo fichaje del Osasuna de Pamplona, se da de bruces con el pasado. A sus treinta y tantos acaba de poner por primera vez los pies fuera del Paisito y se reencuentra con Rosana que, entre el amor y el odio, se ha pasado veinte años esperando que Xavi viniera a buscarla y le explicara sus recuerdos de aquel Uruguay de 1973. Aquel Uruguay en el que su famosa democracia y sus millones de cabezas de ganado no podían ocultar el descontento del pueblo, la corrupción endémica de los políticos, los tupamaros, los milicos o el golpe de estado que ya se sabe que van a dar. En medio de todo aquello, el padre de Rosana y el de Xavi no querían otra cosa que proteger a sus hijos y vivir una vida consecuente con sus ideas... y ver fútbol, claro. Porque en el Paisito el fútbol lo es todo, incluso en tiempos de guerra.