Dos generaciones y tres figuras conocidas internacionalmente del cine argentino confluyen en la nueva cinta de Rodrigo Grande, filmada en Rosario, su patria chica y la del escritor del relato en la que se basa, el genial Fontanarrosa. "Cuestión de principios" -que se estrena el jueves- es la historia del "Viejo Castilla", un empleado mayor que lucha encarnizadamente contra Silva (Echarri), el joven gerente de una multinacional con una sucursal en Rosario, por el número de una vieja revista donde aparece una pequeña foto del padre del primero, en una pelea de generaciones, valores y posiciones ideológicas ante la vida.
De regreso al cine argentino tras una sucesión de trabajos en España, donde reside habitualmente, Luppi contempla con humor e ironía un personaje bastante más conservador que él mismo. "Va a contramano de la historia, incluso de la biológica, porque casi todo lo que piensa, dice y hace está "demodé", con valores de comportamiento de 1920. Es saludable que cada vez haya menos gente así. Castilla termina convirtiendo en heroico un acto sencillo y de tanta manija que se da, queda preso de su propia contradicción. La consecuencia es una fea victoria", explica el actor al diario La Nación.
"Cuestión de principios" marca también el reencuentro entre dos grandes astros del cine argentino, Luppi y Aleandro, que juntos compartieron inolvidables historias, la última de las cuales fue "Sol de otoño", de Eduardo Mignogna, ya hace más de 12 años.
No es la primera vez que el veterano actor se pone a las órdenes de Grande. "Trabajé con Rodrigo en "Rosarigasinos", en 2001. Fue una experiencia que me gustó mucho, más allá de la respuesta comercial ínfima. Se notaba la muñeca de un director", recuerda Luppi.
Para Aleandro, compartir de nuevo elenco con él fue -junto al guión- un elemento importante para hacer "Cuestión de principios": "La historia es interesante y también cómo está contada. Me interesó desde el guión y de cómo Rodrigo la contaba como un sueño. También fue importante el hecho de que estuvieran Federico y un elenco que avalaba ese sueño. Me parece que es una buena comedia, bien hecha y, antes que nada, honesta. Uno vive más en tono de comedia que de tragedia. En todo caso, de sátira, es decir que es más acorde el género con la gente común y corriente", declara a La Nación.
Por su parte, Echarri, ahora mismo en las carteleras argentinas con otra cinta, "Las viudas de los jueves", considera que interpretar al ambicioso Silva junto a Aleandro y Luppi resultó "espectacular", y añade: "Si hablamos de marketing, es algo fantástico para mi carrera. Viendo la película que tenemos, me parece que dimos en el blanco. Eso multiplica todo. Tengo que reconocerlo: vi muchos trabajos de Norma y Federico, y los admiro".
(Fuente: www.noticine.com)
De regreso al cine argentino tras una sucesión de trabajos en España, donde reside habitualmente, Luppi contempla con humor e ironía un personaje bastante más conservador que él mismo. "Va a contramano de la historia, incluso de la biológica, porque casi todo lo que piensa, dice y hace está "demodé", con valores de comportamiento de 1920. Es saludable que cada vez haya menos gente así. Castilla termina convirtiendo en heroico un acto sencillo y de tanta manija que se da, queda preso de su propia contradicción. La consecuencia es una fea victoria", explica el actor al diario La Nación.
"Cuestión de principios" marca también el reencuentro entre dos grandes astros del cine argentino, Luppi y Aleandro, que juntos compartieron inolvidables historias, la última de las cuales fue "Sol de otoño", de Eduardo Mignogna, ya hace más de 12 años.
No es la primera vez que el veterano actor se pone a las órdenes de Grande. "Trabajé con Rodrigo en "Rosarigasinos", en 2001. Fue una experiencia que me gustó mucho, más allá de la respuesta comercial ínfima. Se notaba la muñeca de un director", recuerda Luppi.
Para Aleandro, compartir de nuevo elenco con él fue -junto al guión- un elemento importante para hacer "Cuestión de principios": "La historia es interesante y también cómo está contada. Me interesó desde el guión y de cómo Rodrigo la contaba como un sueño. También fue importante el hecho de que estuvieran Federico y un elenco que avalaba ese sueño. Me parece que es una buena comedia, bien hecha y, antes que nada, honesta. Uno vive más en tono de comedia que de tragedia. En todo caso, de sátira, es decir que es más acorde el género con la gente común y corriente", declara a La Nación.
Por su parte, Echarri, ahora mismo en las carteleras argentinas con otra cinta, "Las viudas de los jueves", considera que interpretar al ambicioso Silva junto a Aleandro y Luppi resultó "espectacular", y añade: "Si hablamos de marketing, es algo fantástico para mi carrera. Viendo la película que tenemos, me parece que dimos en el blanco. Eso multiplica todo. Tengo que reconocerlo: vi muchos trabajos de Norma y Federico, y los admiro".
(Fuente: www.noticine.com)
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