Tercera jornada de la 28 edición de Mar del Plata, en el que ha sido el día más completo con cinco películas vistas, de las cuales cuatro han sido propuestas latinoamericanas y una española. Un día en general bastante positivo aunque distante a ser completamente bueno. Aún así celebramos que ninguna de ellas pueda ser considerada indigna de cierta aprobación.
La herida (2013) de Fernando Franco
La primera propuesta del día fue esta película vista, de igual manera que Pelo malo, en el Festival de San Sebastián que nos traslada a la vida de Ana, una joven que se siente desgraciada, con ideas suicidas y una relación tormentosa con su ex-novio. Con más preguntas que respuestas, que se dejan intuir en ciertos momentos de la narración, la interpretación sublime de Marian Álvarez es la película, que pierde fuelle en su segmento final, demasiado repetitivo y que baja el listón, hasta entonces rozando el notable. Sin ningún atisbo de sensacionalismo ni de juicios de valor superfluos, esta La herida se revela como una esperanza en el cine patrio, tan necesitado últimamente de ciertos empujones.
Nota: 6,5/10
Pelo malo (2013) de Mariana Rondón
También virada hacia el drama, aunque con un tono más fresco que la anterior, la venezolana Pelo malo se adentra en la vida de las capas más bajas del país, alrededor de un manto de corrupción, abuso de poder, marginalidad y desamor entre una madre y su hijo, en un contexto triste y deprimente, pese a que parece llegar cierta luz, en un espejismo fugaz. Los dos vértices tan tristes de la historia, la madre sin trabajo y el hijo con ilusión que se confunden en una relación tan cercana y distante al mismo tiempo, entre sospechas de la madre hacia la sexualidad de su hijo por su empeño en alisarse el pelo y querer cantar, mientras ella usa el sexo para conseguir recuperar su puesto de trabajo en una suerte de elección moral. Por su parte el hijo con su doble ambigüedad, tanto en las sospechas de su madre como en la relación con ella, intenta tener una válvula de escape a su situación, todo ello con la figura del expresidente presente con el noticiero como clave de la película y la situación que vive el país en la actualidad. Toda una alegoría que acaba pecando de cierta soberbia y autocomplacencia artificial que chirría pero al menos no molesta en demasía.
Nota: 6/10
Tiro de gracia (2013) de Nicolás Lidijover
A medio camino entre el found footage y el thriller de crítica social, la película avanza y retrocede en una narración no lineal para llevarnos al momento actual en un robo que acaba muy mal, y que tiene su origende en la falta de solidaridad que vive nuestro mundo. Eso es lo que al principio intenta inculcarnos el director de la cinta, pero que al final se le acaba escapando de las manos y se convierte más en una película de acción incoherente con el resto de la obra. Y es que no, en teoría esta película no debería ser Reservoir Dogs o, en otro contexto, Terminator. Las cuestiones éticas o morales que plantea y que, con su modestia, va poniendo sobre la mesa, se van abajo no se sabe muy bien por qué, y porqué esa elección final que hace bajar varios puntos.
Nota: 5/10
The Dirties (2013) de Matthew Johnson
También utilizando el a menudo irrante found footage, Matthew Johnson, director, co-guionista y protagonista de la película nos plantea, en un claro símil con las típicas (por desgracia) masacres ocurridas en escuelas de Norteamérica, como se puede llegar a esa situación. ¿Son psicópatas, se sienten maltratados por sus compañeros, lo hacen por placer?. Todo ello planteado durante gran parte del metraje en tono de comedia que se va haciendo más ácida y oscura conforme sigue avanzando el minutaje, que al mismo tiempo relaja su planteamiento y se acerca a los tópicos vistos en demasiadas ocasiones. De todas maneras el amor al cine y a los cómics está presente, aunque en algún momento uno cree que frivoliza demasiado y se puede pensar que cualquier cinéfilo-comiquero se puede llegar a convertir en un loco que empuñe un arma por su instituto. Aunque no creo que la intención sean esas, ya que solo con los homenajes en los títulos de crédito deja claro que su amor por el cine está fuera de toda duda.
Nota: 6,5/10
Videoclub (2013) de Pablo Illanes
Recién salida del horno una semana antes, como anunció su director en la presentación de la película, nos retrotraemos a un vídeoclub chileno en 1992 (en el que tienen una película de 1998 de Van Damme, en una especie de paradoja), en el que Miguel y compañía se verán envueltos en una epidemia zombi y en la que sus recursos cinéfilos les ayudarán a salir con vida. Modesta en planteamiento y desarrollo pero con un amor al cine de género total, no es una película que pase a la historia, desde luego, pero se ve con agrado y una sonrisa. El único y gran problema es que una vez vista se olvida con rapidez, y es que se puede hacer una película humilde y perdurable, lamentando decir que no solo con amor y cariño se construye una historia duradera, sino que hay otros factores, tanto estilísticos como técnicos que podrían haber conseguido hacer una película mucho más correcta y perdurable en el tiempo.
Nota: 5/10
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