Por Marckwire21
El Partido Revolucionario Institucional o PRI, fue la fuerza política gobernante en México durante casi un siglo, desde 1929 hasta el año 2000. Justo un año antes, en 1999 y en plena decadencia del PRI, el director mexicano Luis Estrada presentaba tras vencer a la censura y a los bloqueos continuos (gracias sobre todo a la presión del publico y de algunos medios) su cuarto largometraje, 'La ley de Herodes'. En ella y mediante el uso sutil de la sátira y de la comedia mas elegante e irónica ponía de vuelta y media todo el sistema político sufrido por México en los últimos 70 años en la figura de un honrado afiliado al partido al que la codicia y la corrupción infectan hasta cambiar completamente su forma de hacer las cosas. La critica al gobierno del PRI molestó tanto al partido que cuando la película sufrió sus primeros vetos y censuras, Eduardo Amerena, director del Instituto Mexicano de Cinematografía por aquel entonces, renuncio a su cargo provocando así un aumento de la publicidad y de la euforia en un publico que ansiaba con poder verla. La historia original nace de las mentes de Luis Estrada y Jaime Sampietro que conformaron el guión junto a Vicente Leñero y Fernando León. Estrada y Sampietro ya habían trabajado juntos antes en los guiones de 'Bandidos' y 'Ambar' con bastantes buenos resultados pero 'La ley de Herodes' seria el primer gran éxito para ambos. Estrada esta presente en la historia original, en el guión, en la dirección y también como productor, pues su compañía 'Bandidos Films' como en todos sus trabajos anteriores, es quien produce la película.
Finales de los 40. El alcalde de San Pedro de los Saguaros es decapitado por los habitantes del lugar. La noticia llega al gobernador que preocupado con perder su posición y terminar sin ningún cargo que le proporcione su parte del pastel, encarga a López (Pedro Armendáriz Jr.) su secretario, que busque un sustituto dentro del partido para gobernar durante unos meses en San Pedro. Debe ser alguien honesto, decente y con pocas luces que consiga mantenerse firme ante la corrupción demostrada por todos los que en ese puesto habían pasado antes. López habla con un compañero suyo, Ramirez (Juan Carlos Colombo) sobre a quien podrían colocar en un puesto tan peculiar hasta que, entre los candidatos encuentran al tipo perfecto. Afiliado al partido desde hace muchos años, buena persona y con ganas de hacer algo importante para el país, se trata de Juan Vargas (Damián Alcázar). La llegada al desértico y casi abandonado pueblo de San Pedro de los Saguaros no sera como esperaba para Vargas, y todas las ganas de hacer lo correcto sin desviarse al camino de la corrupción acabaran desechadas en un aumento de extorsiones, asesinatos y mentiras provocadas por el exceso de poder.
El reparto lo lidera un brillante Damián Alcázar que esta soberbio en los dos registros, como honrado y como corrupto, un personaje como Vargas al que sube a lo mas alto Alcázar con su interpretación y que a pesar de su mala fé y de sus ganas de ser gobernador al precio consigue que empatizemos con el facilmente. También el veterano Pedro Armendáriz Jr. hace un gran papel y sus escenas con Vargas cada vez que este lo visita son antológicas. Es en una de ellas donde aparece la frase del titulo del film: 'Te tocó la ley de Herodes, o te chingas o te jodes!', una expresión muy mexicana como otra que también dice Armendariz en el film a Alcázar: 'En este país, el que no transa no avanza!'. Después tenemos unos secundarios bastante aceptables como Rosa (Delia Casanova), la mujer de Vargas; Carlos Pek (Salvador Sanchez) el secretario que le espera en el pueblo e intenta que Vargas no se vuelva un corrupto, el cura que cobra por todo incluyendo la confesión (Guillermo Gil), el doctor que a priori parece el mas 'normal' (Eduardo López Rojas) o esa madame zarrapastrosa llamada doña Lupe con tan mala boca (Isela Vega). Todo un desfile de enormes personajes a cual mas variopinto y real.
'La ley de Herodes' es una joya mexicana que trasciende y su historia base se podría y se podrá aplicar durante muchos años de diferentes modos porque si hay algo que ni ha cambiado ni cambiara, es la corrupción. Sorprendente es observar con perplejidad que actualmente, en 2014, el PRI vuelve a gobernar México, algo impensable tras ver en esta singular comedia el abuso de autoridad ejecutado dicho partido. Como cinéfilo amateur no he podido reconocer muchos de los guiños a esa etapa del cine de oro mexicano pero si el que Estrada le hace a Sam Peckinpah y su film 'Bring Me the Head of Alfredo García' cuando nos enteramos (no es spoiler) de que el anterior presidente municipal. Alfredo García, perdió literalmente la cabeza. Grandes momentos de humor no forzado y de situaciones totalmente normales donde el solo ser de los personajes las hacen hilarantes y surrealistas. Su final es de lo que se recuerdan, sin mas complicación ni artificio que cerrar una comedia dejando dibujada una sonrisa, un final perfecto y adecuado mezclando lo mismo que se ha ido haciendo durante sus anteriores 120 minutos, la comedia y la política. Si el humor irónico y natural que presenta el director mexicano así como la critica a la política sufrida por el pais del tequila son los temas base de la cinta, existe un mimo a nivel técnico de una exquisitez apabullante. La fotografía de Norman Christianson es una barbaridad, el tono sepia, ocre, marrón --mejor dicho, sucio como muchos políticos-- en todos y cada uno de los planos evocan perfectamente al momento de la historia en que se suceden los hechos, finales de los 40. El trabajo de Christianson en la composición de imágenes, el efectivo diseño de producción, la actuación de Damián Alcázar y la dirección de Estrada son los máximos exponentes de una gran comedia que obtuvo 11 Arieles (los Oscar mexicanos) en el año de su estreno y que en total cuenta con mas de 20 premios en su haber. Una joya por descubrir y una de las mejores comedias/criticas a cualquier sistema político de la década.
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