Hoy continuamos con la segunda y última parte de la Mostra de Cinema Africà a la que pudimos asistir desde el pasado día 5 al 11 de noviembre en los Cinemes Méliès de Barcelona en la que fue su 15ª edición. Si queréis leer la crónica de la primera parte pulsar aquí y si queréis continuar con la segunda crónica solo tenéis que seguir leyendo.
A parte de la retrospectiva de la que ya os hablamos en la pasada crónica, la Mostra nos dejo un homenaje al gran actor burkinés Sotigui Kouyaté, que nos dejo el pasado 17 de abril. La película elegida fue Keita, l’héritage du griot (Burkina Faso, 1994) dirigida por su hijo Dani Kouyaté.
Keita cuenta la lucha entre la occidentalización y las viejas mitologías que aún se viven en África. En ella nos muestra a un viejo “Griot” que tiene que contarle el origen de su nombre al joven Mabo Keïta. Aunque la historia resulta interesante nos encontramos con el problema de que estas historias y mitos africanos nos quedan un poco alejados al público occidental y aunque la base es bastante interesante, es difícil acabar de conectar con ella. Un problema también es que tiene unas cuentas escenas un poco flojas, incluso diría en algunos momentos rozando el ridículo. Pero como parte positiva destacar la notable actuación de Sotigui Kouyaté en otra demostración de su gran talento.
Después de la retrospectiva y del homenaje a Sotigui, la Mostra nos presente tres novedades de cine africano, muy pocas comparadas con otros años, pero como bien nos comentó la directora artística de la Mostra, cada vez se hacen menos películas en África y es difícil seleccionar unas cuantas.
La primera de las novedades nos llegó de Sudáfrica y fue Nothing but the truth (2008), dirigida por el actor John Kani (visto en películas como Patos salvajes (1978), Una árida estación blanca (1987), Los demonios de la noche (1996) o Kini y Adams (1997).
Después de la retrospectiva y del homenaje a Sotigui, la Mostra nos presente tres novedades de cine africano, muy pocas comparadas con otros años, pero como bien nos comentó la directora artística de la Mostra, cada vez se hacen menos películas en África y es difícil seleccionar unas cuantas.
La primera de las novedades nos llegó de Sudáfrica y fue Nothing but the truth (2008), dirigida por el actor John Kani (visto en películas como Patos salvajes (1978), Una árida estación blanca (1987), Los demonios de la noche (1996) o Kini y Adams (1997).
Basada en una obra teatral del mismo Kani, Nothing but the truth fue en nuestra modesta opinión la mejor película de la Mostra. En ella nos encontramos con el viejo Sipho, un bibliotecario que tiene que enterrar a su fallecido hermano, un famoso líder del ANC que huyó a Inglaterra sin poder regresar nunca más. A través de los ojos y las palabras de Sipho conoceremos detalles escabrosos de la historia reciente de Sudáfrica. La película es muy teatral, cosa lógica viniendo de una obra de teatro y esta interpretada magníficamente por John Kani, el que eso si, demuestra recursos limitados en el tema de dirección. Interesante propuesta y como hemos dicho, la mejor de la Mostra.
La segunda novedad fue Taxiphone (Argelia, 2010) una coproducción entre Argelia y Suiza de un director nacido en el país africano pero que vive en el país helvético, Mohammed Soudani.
La segunda novedad fue Taxiphone (Argelia, 2010) una coproducción entre Argelia y Suiza de un director nacido en el país africano pero que vive en el país helvético, Mohammed Soudani.
Taxiphone es una interesante película que nos cuenta la historia de una joven pareja suiza que están viajando en camión por Argelia por el trabajo de él. Y que una inesperada avería los deja tirados en medio de un pueblecito en pleno desierto. Interpretada de forma mas que decente por Mona Petri y Pasquale Aleardi, y con un cortísimo cameo del gran Bruno Ganz, Taxiphone es una comedia con toques dramáticos bien mezclados. Ligera, entretenida y a ratos emotiva fue otra de las destacadas de la Mostra.
La última película que pudimos ver fue Awlad Lablad, también conocida como Les gars du bled (Marruecos, 2010) de Mohamed Ismail, que fue la elegida para despedir la Mostra de este año. Y otra vez, como paso demasiado en este edición, una decepción.
La última película que pudimos ver fue Awlad Lablad, también conocida como Les gars du bled (Marruecos, 2010) de Mohamed Ismail, que fue la elegida para despedir la Mostra de este año. Y otra vez, como paso demasiado en este edición, una decepción.
La película cuenta la historia de tres amigos que tras acabar la carrera en la universidad no consiguen encontrar un buen trabajo, así que cada uno a su manera buscarán otras maneras de ganarse la vida. Hay dos grandes problemas en este filme, el primero su guión, ya que a pesar de una buena base argumental quiere contar demasiadas cosas, tocando muchas de ellas por encima y no desarrollando bien ninguna de ellas. El otro gran problema es su pareja protagonista, unos muy deficientes (interpretativamente hablando) Rachid El Ouali y Mouna Fetou, nada creíbles en sus personajes y dotándolos de nulos registros emocionales.
Y tras todas las películas pudimos asistir a la sección Mama África, un homenaje a hombres y mujeres africanos que dejaron su semilla y sus costumbres en distintos puntos del planeta y que en esta edición se ha tratado de Argentina y México.
Y tras todas las películas pudimos asistir a la sección Mama África, un homenaje a hombres y mujeres africanos que dejaron su semilla y sus costumbres en distintos puntos del planeta y que en esta edición se ha tratado de Argentina y México.
Se pudieron ver dos reportajes de unos 15 minutos cada uno. Movimiento afrocultural, que cuenta la lucha de los afrodescendientes por ser reconocidos en Argentina y La tercera raíz, danzas de la Costa Chica, donde vemos las fiestas que anualmente celebra la población de origen africano en México, concretamente en la Costa Chica, de Guerrero a Oaxaca. Dos reportajes sencillos, medianamente interesante el primero de ellos y algo menos el segundo, llegando incluso este último a tener escenas bastante “peculiares” y donde el director se suelta con planos y planificación que ni el más avanzado Michael Bay.
Y para terminar pusieron un documental de 45 minutos sobre los Semínolas negros, una tribu de descendientes africanos libres y algunos esclavos fugitivos cimarrones y Gullahs que escapaban de las plantaciones costeras de arroz de Georgia y Carolina del Sur hacia los páramos de la Florida Española y que aún quedan en México y el sur de los Estados Unidos. Aunque el documental es interesante, esta muy mal narrado y dirigido llegándose finalmente a hacerse pesado y repetitivo.
Una lastima que justamente los mas flojo de la Mostra vuelva a ser la parte que más nos interesaba, esta Mama África latinoamericana. Esperemos que en próximos años enfoquen esta sección de otra manera, quizás alguna película que trate sobre este tema.
En definitiva y ya para acabar, esta 15ª Mostra de cinema Africà, podemos decir que en su conjunto a sido bastante irregular y que definitivamente a sido de un nivel inferior al del pasado año, aunque eso si, nos ha dejado buenas películas como Nothing but the truth, Taxiphone, La noire de… o una entretenida Bal Poussière.
¡¡¡Esperamos que el próximo año vuelva el mejor cine africano y mas fresco que nunca!!!
Y para terminar pusieron un documental de 45 minutos sobre los Semínolas negros, una tribu de descendientes africanos libres y algunos esclavos fugitivos cimarrones y Gullahs que escapaban de las plantaciones costeras de arroz de Georgia y Carolina del Sur hacia los páramos de la Florida Española y que aún quedan en México y el sur de los Estados Unidos. Aunque el documental es interesante, esta muy mal narrado y dirigido llegándose finalmente a hacerse pesado y repetitivo.
Una lastima que justamente los mas flojo de la Mostra vuelva a ser la parte que más nos interesaba, esta Mama África latinoamericana. Esperemos que en próximos años enfoquen esta sección de otra manera, quizás alguna película que trate sobre este tema.
En definitiva y ya para acabar, esta 15ª Mostra de cinema Africà, podemos decir que en su conjunto a sido bastante irregular y que definitivamente a sido de un nivel inferior al del pasado año, aunque eso si, nos ha dejado buenas películas como Nothing but the truth, Taxiphone, La noire de… o una entretenida Bal Poussière.
¡¡¡Esperamos que el próximo año vuelva el mejor cine africano y mas fresco que nunca!!!
1 comentario:
Esto es una muestra clarísima que el cine latinoamericano tambiénn tiene peso; yo soy un cineasta ecuatoriano y poco a poco me alegra que las propuestas latinoamericanas van teniendo gran aceptacion.
Visiten mi sitio web, ahí mi más reciente proyecto.
www.pajaropuntilla.com
Un abrazo
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