lunes, 25 de noviembre de 2013

Crónica 28 Festival Internacional Mar del Plata 2013 - Días 7 y 8

A punto de acabar el festival y con él las crónicas, por culpa de la conexión tan desastrosa que tengo, he decidido hacer un post conjunto de los días 7 y 8, a la espera del último post con las películas del día de clausura más una pequeña opinión general sobre lo que ha sido el festival. En cuanto a cine latinoamericano solo pude ver estos días la chilena El verano de los peces voladores.

El verano de los peces voladores (2013) de Marcela Said Cares


El conflicto Mapuche que se da en Chile desde el retorno a la democracia, no había sido recreado en cine cine salvo en el género documental,  tal y como nos confesaba uno de los actores al acabar la proyección. Sin duda, es uno de tantos conflictos reivindicativos de hoy en día que no ocupa portadas o noticias más allá de su ámbito nacional o regional. Pero para no llevarse a engaños, diré que la película no se centra tan solo en ello, sino que está vertebrado alrededor de una historia de amor y desamor entre la joven protagonista, el chico con el que se ve y el joven mapuche que trabaja para su familia en la casa de veraneo. Quizás la propuesta peque de cierto alargamiento en el segmento final de la película y la falta de contextualización del conflicto, tan solo unas pocas conversaciones que no dan idea de la magnitud. De todas maneras, una buena puesta en escena y trabajo de dirección hacen de ella una propuesta digna de verse.

Nota: 6,5/10

Why You Don't Play in Hell? (2013) de Sion Sono


Desenfreno, locura, así se puede definir la nueva película de Sion Sono, siempre al límite (o incluso fuera), aderezado con una carta de amor al cine tremenda, y parodiando de paso el cine de samuráis y el de yakuzas. Con un prólogo diez años en el pasado que establece las bases de lo que sucederá a continuación y antecedido por un anuncio de pasta de dientes pop que se repetirá hasta la saciedad, pero siempre de manera divertida, el director nipón construye la mejor película que he visto de él hasta la fecha, que curiosamente no ha sido tan valorada, puede que por no ser tan destructiva como otras de sus obras y por su carácter festivo y cachondo. Hundiendo sus raíces en el imaginario japonés de lo clásico contra moderno o incluso cutre en algunos aspectos, si que se puede reconocer la mano del director japonés en el aspecto visual, tan cercano a sus últimas obras.

Nota: 8,5/10

Història de la meva mort (2013) de Albert Serra


Mi primera aproximación al universo del director catalán fue prácticamente lo esperado, y no por ir con prejuicios, sino porque este tipo de cine tan contemplativo me parece superfluo y aburrido. No negaré sus méritos técnicos, aunque tampoco me parecen mucho mejores que los de otros directores de este mismo u otro tipos de cine. La ambientación y la dirección artística correctas tambiñen , pero si de lo que se trata es de contar una historia, en eso creo que al menos en esta película lo que se hace es vender humo. No creo que varias de las maneras en que encara la película intentando humanizar a Casanova sean las adecuadas cayendo más bien en cierta autocomplaciencia y estando más pendiente de agradar a cierta parte de la crítica especializada que suelen ver obras de arte en este tipo de cine, que como se suele ver en muchos festivales es (casi) garantía de ganar premios y notoriedad. De todas maneras y para que no haya equívocos respeto completamente la opinión de esa crítica, aunque sinceramente, esto no es lo que yo entiendo por cine.

Nota: 2/10

 La bataille de Solférino (2013) de Justine Triet


¿En un divorcio con niños de por medio hay buenos y malos?, ¿es tan simple esa aseveración?. Justine Triet así lo cree tal y como se desprende de sus diálogos y el desarrollo de la acción, lo que encierra muchas verdades que quedan eclipsadas por errores o por nula capacidad de autocrítica, tan presente en la sociedad como en asuntos individuales. Una reportera de televisión, su ex marido y artista fracasado, las niñeras, el novio actual de ella, y el amigo casi abogado de él se encuentran, desencuentran, hablan, se reprochan, se pelean, en un contexto análogo a Francia en elecciones, con dos formas de ver la vida tan polarizadas y de difícil solución. Si bien los diálogos son acertados y la parte final es muy real y caracterizada a la perfección, la película pierde enteros ante ella misma y ese ombliguísmo francés molesto que pierde cierto contacto con la realidad. Aún así, una buena muestra de cine en un tema tocado hasta la saciedad sin necesidad de repetirse ni de abonarse a ciertos clichés tan arraigados.

Nota: 6/10

A Touch of Sin (2013) de Jia Zhangke


Otra de las recuperadas de pasados festivales es el regreso al largometraje de ficción de Jia Zhangke, tras el semi-documental 24 City y el documental I Wish I Knew (Historias de Shanghai). EN esta ocasión abandonando su estilo más contemplativo en aras de una mayor dinámica, pese a seguir tratándose de un desarrollo que requiere su tiempo. Película de historias cruzadas con algunos nexos en común y ambientada en cuatro provincias chinas, Jia habla de la corrupción, la desigualdad, la sumisión, la prostitución, las condiciones de trabajo esclavistas, en un contexto de violencia explícita o a punto de estallar. Quizás una analogía de lo que en China puede pasar en un futuro y en una implosión que traiga de nuevo fantasmas del pasado. Podría destacar tantos detalles de la película pero me quedo con dos de ellos, uno en el primer segmento, con Jiang Wu disparando al hombre que maltrata a su caballo, y en el tercero con su actriz fetiche Zhao Tao, usando una pequeña navaja como si fuera una espada con movimientos marciales. Toda una declaración de intenciones de uno de los tiradores con bala del cine de su país.

Nota: 8,5/10

Vamp (1986) de Richard Wenk


Como colofón nocturno, ¿que mejor que ver de madrugada una película ochentera de vampiros protagonizada por Grace Jones?. Con un presupuesto ajustado y un guión simple pero efectivo, dos amigos deciden contratar una stripper para poder ingresar en una fraternidad universitaria. Con la ayuda de otro universitario rico se dirigen a la ciudad para ello y acaban entrando en un local regentado por vampiros. A partir de ahí se suceden vertiginosamente muertes, resurrecciones, peleas, y mordiscos, y es que en aquella época los vampiros mordían y todo. A pesar de sus limitaciones consigue sacar varias risas lo que ya es bastante, y es que a veces se trata de pasar simplemente un buen rato delante de la pantalla.

Nota: 6/10

2 comentarios:

David Amorós dijo...

Que ganas de ver la de Jia Zhangke. A mí la de Sono me gustó en su tramo final aunque el resto me aburrió un poco. Y respecto a Albert Serra era de esperar. Incluso a mí que me va ese cine sus películas me presentan dudas.
Un abrazo.

John Prskalo dijo...

Sé que estrenan la de Jia en España pero no se cuando. Yo disfruté con la de Sono toda la peli. Y sí, lo de Serra es ombliguismo puro sin cortapisas, pero como ha caído en gracia a ese sector de la crítica.

Un abrazo.