Wara Wara, película pionera del cine silente boliviano, esta siendo exhibida la semana del 19 al 25 de septiembre de 2010, luego de 80 años de ser estrenada, tras un largo proceso de restauración de dos décadas por parte de expertos alemanes e italianos, informaron el martes fuentes de la Cinemateca Boliviana.
El filme, restaurado digitalmente del nitrato original en laboratorios de Italia, relata la historia de amor entre Wara Wara, hija de un brujo andino, y Tristín de la Vega, un colono español, en un instante de la historia en que prevalecía el odio entre los indígenas aymarás y sus conquistadores ibéricos.
Dirigida a finales de la década del 20 del siglo pasado por José María Velasco Maidana, la pieza es la única película silente boliviana de la época, que ha sido conservada.
La obra, en la que actúan artistas de la talla de la extinta escultora Marina Nuñez del Prado y del fallecido pintor Arturo Borda, fue descubierta por casualidad en un sótano en 1989 y desde entonces fue sometida a diversos trabajos de restauración.
En Alemania, el filme fue trasferido al actual acetato, luego sometido a la reconstrucción narrativa y finalmente digitalizado en Italia.
La reposición de la película silente, de 20 minutos de duración, no es, sin embargo, exactamente la original, porque "nadie puede garantizar que esta restauración sea exactamente igual" a la estrenada en 1930, comentó el experto boliviano Pedro Susz, fundador de la Cinemateca Boliviana.
(Fuente: Terra.com.ar)
El filme, restaurado digitalmente del nitrato original en laboratorios de Italia, relata la historia de amor entre Wara Wara, hija de un brujo andino, y Tristín de la Vega, un colono español, en un instante de la historia en que prevalecía el odio entre los indígenas aymarás y sus conquistadores ibéricos.
Dirigida a finales de la década del 20 del siglo pasado por José María Velasco Maidana, la pieza es la única película silente boliviana de la época, que ha sido conservada.
La obra, en la que actúan artistas de la talla de la extinta escultora Marina Nuñez del Prado y del fallecido pintor Arturo Borda, fue descubierta por casualidad en un sótano en 1989 y desde entonces fue sometida a diversos trabajos de restauración.
En Alemania, el filme fue trasferido al actual acetato, luego sometido a la reconstrucción narrativa y finalmente digitalizado en Italia.
La reposición de la película silente, de 20 minutos de duración, no es, sin embargo, exactamente la original, porque "nadie puede garantizar que esta restauración sea exactamente igual" a la estrenada en 1930, comentó el experto boliviano Pedro Susz, fundador de la Cinemateca Boliviana.
(Fuente: Terra.com.ar)
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