El cineasta argentino Hernán Belón presentó el viernes en el 68 Festival Internacional de Cine de Venecia su filme "El campo", una ópera prima protagonizada por el actor Leonardo Sbaraglia y en la que plasma la dificultad de la convivencia de una pareja fuera de su hábitat habitual.
La cinta, una coproducción ítalo-argentina protagonizada también por Dolores Fonzi, fue presentada dentro de la sección paralela de la Semana Internacional de la Crítica de "la Mostra" y acogida con un gran aplauso tras la proyección oficial ante el público.
"Este es un sueño hecho realidad. Siempre he soñado con el Festival de Venecia y era un sueño para mí estar con mi primer filme", dijo Belón al término de la proyección oficial del filme, uno de los dos latinoamericanos que componen esta sección encuadrada en el marco del Festival de Venecia.
"El campo" cuenta la historia de una joven pareja, Elisa y Santiago, con una niña pequeña que decide empezar una vida alejada de la gran urbe, Buenos Aires, en una modesta casa rural que durante muchos años había estado deshabitada y en un entorno que en un principio se presenta ante ellos como inquietante y peligroso.
La experiencia de vivir en el campo pondrá a prueba la estabilidad de la pareja, que tendrá que decidir si continuar con el sueño de él, afrontar la aventura de una vida fuera de la ciudad y tener más hijos, o acceder al deseo de ella de regresar al lugar del que proceden.
"La chica, en realidad, soy yo. Es una experiencia personal que me tocó vivir cuando mi hija era pequeña y fui al campo un tiempo y me encontré con este susto, con esta amenaza, esta casi paranoia", dijo Belón.
"A mí me costo mucho convertirme en padre. Pensaba que era un genio y me iba a salir muy bien, pero no era tan fácil y me hizo plantearme muchas cosas en mi vida. Me parecía interesante poner al personaje femenino en ese lugar. Y me interesa mucho el alma femenina, pero también el cuerpo", agregó.
El cineasta destacó que la idea de la película es mostrar a dos personajes que están "protegidos" por la ciudad, pero que un buen día tienen que exponerse a las penurias que se pueden pasar en el campo -entre ellas el frío y las goteras de una casa con reformas a acometer-, lo que les lleva a mostrarse "desnudos" uno ante el otro.
"Creía interesante que el espectador compartiera ese punto de vista de ellos y se asustara, pero a la vez viera que ese peligro no era real y tomar distancia respecto de ellos. Todo lo que sucede empieza a minar, a modificar el carácter del marido. Y la película comienza como desde el punto de vista de ella, para pasar después al punto de vista de él", apuntó Belón.
Por su parte, Sbaraglia afirmó que, en su opinión, los dos personajes, pero fundamentalmente el masculino, trata de sostener un proyecto y una relación frente a la oposición de la dura realidad del campo.
"En el final, él se encuentra con su debilidad, con su fragilidad, con la fragilidad de él y la de esa relación. Muy probablemente haya una esperanza, sobre todo porque esos dos personajes vayan a empezar a lidiar con cosas mas reales a partir de entonces", indicó el actor.
"En mi caso, habría sido muy difícil haber hecho esta película y no entender la experiencia de la paternidad. En el caso de Hernán, Dolores y yo, los tres somos padres y pusimos esa experiencia al servicio de los personajes", agregó.
La experiencia de la muerte que aparece en la película supone un punto de inflexión en las vidas de los protagonistas, algo que ocurre también en la vida real, donde, según Belón, en muchas ocasiones nos sirve para intentar disfrutar un poco más de nuestras existencias y encontrar el camino a seguir.
El cineasta, con una reconocida trayectoria en los documentales, no cree que esta "ópera prima" en ficción vaya a suponer un cambio en su carrera, sino que es solo un paso más en ella.
En la lista de películas de la sección de la Semana Internacional de la Crítica de Venecia figura además "El lenguaje de los machetes", una producción mexicana de Kyzza Terrazas.
(Fuente: EFE)
La cinta, una coproducción ítalo-argentina protagonizada también por Dolores Fonzi, fue presentada dentro de la sección paralela de la Semana Internacional de la Crítica de "la Mostra" y acogida con un gran aplauso tras la proyección oficial ante el público.
"Este es un sueño hecho realidad. Siempre he soñado con el Festival de Venecia y era un sueño para mí estar con mi primer filme", dijo Belón al término de la proyección oficial del filme, uno de los dos latinoamericanos que componen esta sección encuadrada en el marco del Festival de Venecia.
"El campo" cuenta la historia de una joven pareja, Elisa y Santiago, con una niña pequeña que decide empezar una vida alejada de la gran urbe, Buenos Aires, en una modesta casa rural que durante muchos años había estado deshabitada y en un entorno que en un principio se presenta ante ellos como inquietante y peligroso.
La experiencia de vivir en el campo pondrá a prueba la estabilidad de la pareja, que tendrá que decidir si continuar con el sueño de él, afrontar la aventura de una vida fuera de la ciudad y tener más hijos, o acceder al deseo de ella de regresar al lugar del que proceden.
"La chica, en realidad, soy yo. Es una experiencia personal que me tocó vivir cuando mi hija era pequeña y fui al campo un tiempo y me encontré con este susto, con esta amenaza, esta casi paranoia", dijo Belón.
"A mí me costo mucho convertirme en padre. Pensaba que era un genio y me iba a salir muy bien, pero no era tan fácil y me hizo plantearme muchas cosas en mi vida. Me parecía interesante poner al personaje femenino en ese lugar. Y me interesa mucho el alma femenina, pero también el cuerpo", agregó.
El cineasta destacó que la idea de la película es mostrar a dos personajes que están "protegidos" por la ciudad, pero que un buen día tienen que exponerse a las penurias que se pueden pasar en el campo -entre ellas el frío y las goteras de una casa con reformas a acometer-, lo que les lleva a mostrarse "desnudos" uno ante el otro.
"Creía interesante que el espectador compartiera ese punto de vista de ellos y se asustara, pero a la vez viera que ese peligro no era real y tomar distancia respecto de ellos. Todo lo que sucede empieza a minar, a modificar el carácter del marido. Y la película comienza como desde el punto de vista de ella, para pasar después al punto de vista de él", apuntó Belón.
Por su parte, Sbaraglia afirmó que, en su opinión, los dos personajes, pero fundamentalmente el masculino, trata de sostener un proyecto y una relación frente a la oposición de la dura realidad del campo.
"En el final, él se encuentra con su debilidad, con su fragilidad, con la fragilidad de él y la de esa relación. Muy probablemente haya una esperanza, sobre todo porque esos dos personajes vayan a empezar a lidiar con cosas mas reales a partir de entonces", indicó el actor.
"En mi caso, habría sido muy difícil haber hecho esta película y no entender la experiencia de la paternidad. En el caso de Hernán, Dolores y yo, los tres somos padres y pusimos esa experiencia al servicio de los personajes", agregó.
La experiencia de la muerte que aparece en la película supone un punto de inflexión en las vidas de los protagonistas, algo que ocurre también en la vida real, donde, según Belón, en muchas ocasiones nos sirve para intentar disfrutar un poco más de nuestras existencias y encontrar el camino a seguir.
El cineasta, con una reconocida trayectoria en los documentales, no cree que esta "ópera prima" en ficción vaya a suponer un cambio en su carrera, sino que es solo un paso más en ella.
En la lista de películas de la sección de la Semana Internacional de la Crítica de Venecia figura además "El lenguaje de los machetes", una producción mexicana de Kyzza Terrazas.
(Fuente: EFE)
1 comentario:
Bueno, parece interesante, y sí ha sido tan bien recibida habrá que seguirle la pista. Un abrazo.
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