por Gonzalo Restrepo Sánchez
“La vida era en serio”, es un film de Mónica Borda que partiendo de su sencillez y realidad, dos características ausentes en el drama urbano del cine colombiano reciente, nos recuerda que las locuras cortas cuando se vive en matrimonio, complican el asunto, aunque no estamos ante un simple drama de corte erótico, y arrebatadas actitudes.
Pero ¿qué podemos decir de esas locuras cortas? Pues, este film colombiano a igual que “Partir” de la cineasta Catherine Corsini, no es que den la respuesta de forma inmediata, pero sí que pone una vez más el dedo en la llaga: “Nada de lo humano me es ajeno”.
Pero ¿qué podemos decir de esas locuras cortas? Pues, este film colombiano a igual que “Partir” de la cineasta Catherine Corsini, no es que den la respuesta de forma inmediata, pero sí que pone una vez más el dedo en la llaga: “Nada de lo humano me es ajeno”.
Por lo demás, si bien la fábula es narrada con plausible aplomo y austeridad, en el tercio final pierde algo de su encanto, ya que el espectador está bastante bien documentado y todo le resulta previsible. Además, una película de estas características, que sigue íntegramente los andares de la referida infiel, necesita un personaje carismático, o que por lo menos consiga que el espectador se conecte con él. De todas formas, bien por Cristina Umaña, que da vida a una mujer extremadamente estresada, cuyas motivaciones de cambiar su rutina son evidentes y compartibles, pero no lo es tanto su manera de expresarlas.
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