“El estudiante” triunfó en el Festival de Gijón

La película “El estudiante”, un alegato a favor de la ética en la política, del director argentino Santiago Mitre, consiguió ayer los premios al mejor largometraje, mejor guión y del jurado joven del Festival Internacional de Cine de Gijón en España.

El jurado de la sección oficial, integrado por Alberto Fuguet, Eduardo Chapero-Jackson, Fernando Lara, Mira Stavela y Lola Mayo, ha concedido el premio “Principado de Asturias” al mejor largometraje a este film argentino ex aequo con “Declaración de Guerra”, de la directora francesa Valerie Doncelli.

Aunque distintos en sus temáticas y estilos narrativos, los dos largometrajes “alcanzan un nivel de calidad que los hace merecedores de estos premios y en cierta forma se complementan”, según ha declarado un portavoz del jurado.

El primer largometraje dirigido en solitario por Santiago Mitre, reconocido guionista de Pablo Trapero, “tiene sangre, fibra y un final precioso”, ha afirmado Alberto Fuguet al justificar los galardones en la rueda de prensa en la que se ha dado a conocer el palmarés del certamen.

“El estudiante” es una película de ficción con estética documental que reflexiona sobre la necesidad de recuperar la ética en la política y muestra el “micromundo” de la Universidad de Buenos Aires como un célula del organismo de la política en general.

Santiago Mitre ha conseguido además el premio al Mejor Guión y al Mejor Largometraje del jurado joven, que se ha identificado con una “historia contemporánea” que no se circunscribe a la realidad de un país sudamericano sino que “es universal” en un momento de crisis de valores en la política.

El director argentino, consigna la agencia EFE, consiguió impactar por igual a jóvenes y adultos y sacudir sus conciencias con “El estudiante”. El jurado joven se sintió “totalmente identificado” con la necesidad expresada en ella de recuperar la “ética” en la actividad política, en una coyuntura mundial de crisis económica y de desprestigio de las clases dirigentes.

El film argentino gustó a todo el mundo, a adultos y a jóvenes, y la convicción de que podría alzarse con alguno de los premios del palmarés quedó evidenciada en el pase para prensa y crítica, pero sobre todo en la proyección para el público general, que llenó la sala del Teatro Jovellanos y aplaudió el final de pie durante varios minutos.

“Tiene sangre, garra y un final precioso”, dijo el chileno Alberto Fuguet al justificar los motivos del jurado para darle el premio, dejando fuera del palmarés producciones europeas y estadounidenses con estéticas y temáticas más acordes con la línea de un festival que se define como la “meca” del cine independiente y de vanguardia.

Mitre sorprendió a los espectadores con una historia que refleja la pasión de los argentinos por la política, mientras Europa ve cómo el Estado de bienestar se diluye al ritmo en que caen los valores en la Bolsa y suben las primas de riesgo para el pago de las deudas públicas.

La portavoz del jurado joven fue elocuente al afirmar que la problemática que narra el filme argentino “es el mismo” en todo el mundo, donde es necesario que la política deje de ser exclusivamente el arte de la negociación y el “chanchullo” para que afloren los principios y la dignidad.

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