viernes, 11 de noviembre de 2011

Festival Mar del Plata 2011: 2ª parte

por Raúl V.



Segunda parte, con cuatro películas más vistas en el actual Festival de Mar del Plata.

FERROVIARIOS (Verónica Rocha, Argentina, 2011)



Ferroviarios es un documental que cuenta el nacimiento, prosperidad y el cierre de los talleres ferroviarios que se encontraron en la ciudad de Cruz del Eje, Provincia de Córdoba, Argentina. Aparte de los testimonios de los ex trabajadores del taller, y de material de archivo, el filme utiliza elementos ficcionales contando humorísticamente los recuerdos de la directora (que en el momento de realizar el filme vivía en un vagón de tren), de cuando tenía 5 años y su relación con el ferrocarril, que pasaba a pocos metros de donde vivía. El uso del humor hace que el documental sea muy ameno de ver y que siempre se vea con una sonrisa, a pesar de que a veces se cuenta historias muy tristes.

TIEMPOS MENOS MODERNOS (Simon Franco, Chile-Argentina, 2011)



En una remota cabaña de la Patagonia, en Argentina pero muy cerca de la frontera con Chile (donde las fronteras y nacionalidades tienen poca importancia), se encuentra Payaguala, un Tehuelche que vive de la cría de ovejas, pero también de hacer asados y cantar canciones para los turistas, cuando tiene ganas, ya que no le gusta ser “payaso de nadie”. Por un programa social, Payaguala recibe un televisor y una antena satelital. Un amigo chileno con quien comercializa le ayuda a instalar los aparatos. Estos elementos terminan cambiándole la vida al Tehuelche, poniéndole en contacto con la realidad del resto de la Argentina. La realidad que muestra la televisión. Los primeros minutos prometen una gran película, mostrando la vida cotidiana de Payaguala y el gran carisma que tiene, la canción que toca. La construcción de los personajes tanto del protagonista como del amigo chileno (Nicolás Saavedra) están muy bien construidos. Pero cuando el protagonista empieza a tener contacto con la televisión, los lugares comunes (“personaje aislado del mundo lo conoce mediante la televisión”) empiezan a aparecer: Los programas estúpidos, las telenovelas románticas, las publicidades, los programas de gimnasia, etc., y como estos influyen en el comportamiento del protagonista. Algunas cosas pueden causar gracia, pero ya están muy visas. Para colmo se muestra fragmentos de algunos discursos ridículos del presidente argentino Carlos Menem (presidente en los '90, tiempo en que transcurre la película), que podrían ser novedosos para los chilenos, pero en la Argentina se cansaron de repetirlos en la televisión. La película está lejos de ser aburrida, se pasa un buen momento y no se abusa de mostrar el paisaje maravilloso de la Patagonia (algo que Carlos Sorín siempre hace), pero uno sale del cine con la sensación de que se pasó un buen rato y nada más, que no se aprovecho lo suficiente a Oscar Payaguala. Conocerlo es la única razón para ver este filme.

DULCE DE LECHE (Mariano Galperin, Argentina, 2011)



Dulce de leche es la nueva película de Mariano Galperin (1000 boomerangs, 1994; Chicos Ricos, 2000; El delantal de Lili, 2004, entre otras). La historia trata del enamoramiento de dos adolescentes y su vida en un pueblo chico junto a sus amigos. Luis (Camilo Cuello Vitale) vive con su madre y con el novio de ella, que tiene una inmobiliaria. Las casas vacías son usadas por Luis y sus amigos para pasar el rato, y más adelante, para tener sexo. Casi por casualidad conoce a Anita (Ailin Salas, que también veremos en Abrir Puertas y Ventanas) y se enamoran. Los padres de ambos no están muy de acuerdo con esta relación (no se sabe bien porque) e intentarán separarlos, sin mucho éxito. Por momentos graciosa, por momentos parece que va a caer en los lugares comunes de las telenovelas juveniles (aunque más de una vez le pase muy de cerca), pero nunca logra levantar vuelo. No ayuda para nada algunas escenas forzadas y poco creíbles (como en la que comen dulce de leche, que podría haber sido resuelto un poco mejor), ni que en muchas partes haya escenas que busquen hacer reír pero que no aporta nada a la trama. El único merito de la película es que muy fácilmente podría haber sido peor.

EL CHICO QUE MIENTE (Marité Ugas, Venezuela-Perú, 2011)



Un chico de 13 años emprende un viaje a través de desiertos, selvas y pueblos de la costa venezolana. En el medio va conociendo distintas personas y a ellos les va contando distintas versiones de su historia, según le convenga. Pero en casi todas está la muerte de su madre en una enorme avalancha de barro conocida como “La tragedia del deslave”, ocurrida 10 años antes. Entre todas estas mentiras se puede ver a un chico frágil que lo que busca es conocer cual fue la verdadera historia de su madre, como era ella. Con un ritmo ágil y lleno de humor, Marité Ugas nos cuenta una historia emocionante y atrapante, que nos involucra y nos hace acompañar a este chico (Iker Fernández) en al búsqueda de su origen, el que su padre le está negando. Sin duda estamos ante una de las mejores películas del festival y firme candidata a llevarse el premio en la competencia latinoamericana. Pero aún faltan algunas para ver. Si todo sale bien, veré todas de esta sección, menos El Velador (Natalia Almada, México-EE.UU., 2011), que dieron los primeros días y lamentablemente no pude ver.

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