“Estamos aquí reunidos para recordar a un hombre de época, a un formidable actor, a un gran sindicalista cinematográfico, a un formidable ser humano cuya figura definió en mucho al mexicano y que ya forma parte del gran legado artístico del siglo XX y el XXI”.
Así lo expreso Consuelo Sáizar, presidenta del Conaculta, al participar en el homenaje que el pueblo de México rindió la tarde del lunes 9 de enero al actor Pedro Armendáriz Jr. en el Palacio de Bellas Artes.
“Fue una figura irrepetible que vivió el tiempo de su padre y su propio tiempo, acompañando e impulsando a las nuevas generaciones”, dijo la titular del Conaculta, quien pidió un aplauso para el actor, el cual se prolongó por más de un minuto.
En el homenaje estuvieron presentes amigos cercanos de Pedro Armendáriz Jr., como las actrices Silvia Pinal y María Rojo; el escritor Carlos Fuentes; los cineastas Felipe Cazals, Luis Estrada, Paul Leduc, Carlos Carrera y Alfredo Jozkowicz, así como los actores Ignacio López Tarso y Héctor Bonilla, entre otros.
Consuelo Sáizar dijo que Pedro Armendáriz Jr. acompañaba desde pequeño a su padre a los estudios, durante la Época de Oro del cine mexicano. Más tarde, en su juventud estudió arquitectura y participó en la construcción del Museo Nacional de Antropología.
“Fue cuando Arturo Ripstein lo invitó a participar en una cinta experimental que encontró su destino y comenzó a engrandecer el linaje que ese otro Pedro, su padre, inició, siendo dirigido por grandes cineastas”.
La titular del Conaculta citó a Carlos Fuentes cuando dijo: “Hay una zona ambigua, distinto amanecer en que padre e hijo, Pedro y Pedro, se miran cara a cara, es una zona urbana, un frontón quizá, un cabaret, una calle solitaria del Distrito Federal en la que dos hombres, los dos Armendáriz, caminan el uno al encuentro del otro convirtiendo la ausencia en presente”.
Luis Estrada comentó que Pedro Armendáriz Jr., apodado Petrovich o el Tío Pedro, ejerció con pasión su amor al cine hasta el último día. El cineasta habló a nombre de la familia Armendáriz, realizando un retrato del actor, a quien calificó como un puente entre la generación cinematográfica de su padre y la del presente.
“No sólo fue mi maestro, mi compañero, socio y mi actor preferido, me dio muchas enseñanzas sobre el cine y la vida misma. A veces le daba por regañar a todo y a todos, lo vamos extrañar profundamente, vamos a lamentar ese vacío difícil de llenar”.
Felipe Cazals recordó que Pedro Armendáriz Jr. fue un gran admirador de John Ford, guardando en su casa un gran retrato del cineasta y mostrando siempre con su charla su amplio conocimiento del cine.
“Pedro ofrecía ante todo una amistad generosa, teniendo docenas y miles de amigos, su vida se centró en ese signo, sabía cómo estrechar una mano extendida, corresponder a un abrazo y reconocer al instante la dimensión del encuentro con cada uno de sus amigos”.
Y agregó: “Era un seductor de tiempo completo, una figura admirada y consentida. Fue un actor que protagonizó más de 100 películas, pero a Pedro el oficio de vivir era lo que más le preocupaba. La armonía de su familia nunca se rigió por códigos impuestos, siempre se condujo con tolerancia, mostrándonos a todos aquello por lo que la vida vale la pena vivirse”.
Al término de su alocución, Felipe Cazals pidió otros dos minutos de aplausos para su amigo, que resonaron en todo el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes en punto de las 18:30 horas.
Pedro Armendáriz, hijo del actor, agradeció al Conaculta y al Imcine, así como a la prensa por el apoyo y el respeto que han profesado a su familia.
“Mi padre era ante todo un gran amigo, era un gran hijo, un gran hermano, así como un gran esposo y tío, pero ante todo un gran actor que nos legó muchísimas películas y recuerdos. Nunca se podía quedar callado, nos llenó de consejos, de cariño y de amor”.
Al término de su intervención, Pedro Armendáriz hijo leyó un poema de Francisco de Quevedo donde resaltan las palabras: “Serán cenizas mas tendrán sentido, polvo serán, pero polvo enamorado”, mismo que fue celebrado con una porra por parte del público.
Durante el homenaje se proyectó en el vestíbulo de Bellas Artes un audiovisual donde se rescataron varias décadas de la trayectoria de Pedro Armendáriz Jr. en el cine nacional e internacional.
En punto de las 18:42 horas, Consuelo Sáizar, Carlos Fuentes, Marina Stavenhagen, Silvia Pinal, María Rojo y los familiares del actor rindieron la primera guardia de honor de la noche frente a la urna con las cenizas de Pedro Armendáriz Jr.
(Fuente)
Así lo expreso Consuelo Sáizar, presidenta del Conaculta, al participar en el homenaje que el pueblo de México rindió la tarde del lunes 9 de enero al actor Pedro Armendáriz Jr. en el Palacio de Bellas Artes.
“Fue una figura irrepetible que vivió el tiempo de su padre y su propio tiempo, acompañando e impulsando a las nuevas generaciones”, dijo la titular del Conaculta, quien pidió un aplauso para el actor, el cual se prolongó por más de un minuto.
En el homenaje estuvieron presentes amigos cercanos de Pedro Armendáriz Jr., como las actrices Silvia Pinal y María Rojo; el escritor Carlos Fuentes; los cineastas Felipe Cazals, Luis Estrada, Paul Leduc, Carlos Carrera y Alfredo Jozkowicz, así como los actores Ignacio López Tarso y Héctor Bonilla, entre otros.
Consuelo Sáizar dijo que Pedro Armendáriz Jr. acompañaba desde pequeño a su padre a los estudios, durante la Época de Oro del cine mexicano. Más tarde, en su juventud estudió arquitectura y participó en la construcción del Museo Nacional de Antropología.
“Fue cuando Arturo Ripstein lo invitó a participar en una cinta experimental que encontró su destino y comenzó a engrandecer el linaje que ese otro Pedro, su padre, inició, siendo dirigido por grandes cineastas”.
La titular del Conaculta citó a Carlos Fuentes cuando dijo: “Hay una zona ambigua, distinto amanecer en que padre e hijo, Pedro y Pedro, se miran cara a cara, es una zona urbana, un frontón quizá, un cabaret, una calle solitaria del Distrito Federal en la que dos hombres, los dos Armendáriz, caminan el uno al encuentro del otro convirtiendo la ausencia en presente”.
Luis Estrada comentó que Pedro Armendáriz Jr., apodado Petrovich o el Tío Pedro, ejerció con pasión su amor al cine hasta el último día. El cineasta habló a nombre de la familia Armendáriz, realizando un retrato del actor, a quien calificó como un puente entre la generación cinematográfica de su padre y la del presente.
“No sólo fue mi maestro, mi compañero, socio y mi actor preferido, me dio muchas enseñanzas sobre el cine y la vida misma. A veces le daba por regañar a todo y a todos, lo vamos extrañar profundamente, vamos a lamentar ese vacío difícil de llenar”.
Felipe Cazals recordó que Pedro Armendáriz Jr. fue un gran admirador de John Ford, guardando en su casa un gran retrato del cineasta y mostrando siempre con su charla su amplio conocimiento del cine.
“Pedro ofrecía ante todo una amistad generosa, teniendo docenas y miles de amigos, su vida se centró en ese signo, sabía cómo estrechar una mano extendida, corresponder a un abrazo y reconocer al instante la dimensión del encuentro con cada uno de sus amigos”.
Y agregó: “Era un seductor de tiempo completo, una figura admirada y consentida. Fue un actor que protagonizó más de 100 películas, pero a Pedro el oficio de vivir era lo que más le preocupaba. La armonía de su familia nunca se rigió por códigos impuestos, siempre se condujo con tolerancia, mostrándonos a todos aquello por lo que la vida vale la pena vivirse”.
Al término de su alocución, Felipe Cazals pidió otros dos minutos de aplausos para su amigo, que resonaron en todo el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes en punto de las 18:30 horas.
Pedro Armendáriz, hijo del actor, agradeció al Conaculta y al Imcine, así como a la prensa por el apoyo y el respeto que han profesado a su familia.
“Mi padre era ante todo un gran amigo, era un gran hijo, un gran hermano, así como un gran esposo y tío, pero ante todo un gran actor que nos legó muchísimas películas y recuerdos. Nunca se podía quedar callado, nos llenó de consejos, de cariño y de amor”.
Al término de su intervención, Pedro Armendáriz hijo leyó un poema de Francisco de Quevedo donde resaltan las palabras: “Serán cenizas mas tendrán sentido, polvo serán, pero polvo enamorado”, mismo que fue celebrado con una porra por parte del público.
Durante el homenaje se proyectó en el vestíbulo de Bellas Artes un audiovisual donde se rescataron varias décadas de la trayectoria de Pedro Armendáriz Jr. en el cine nacional e internacional.
En punto de las 18:42 horas, Consuelo Sáizar, Carlos Fuentes, Marina Stavenhagen, Silvia Pinal, María Rojo y los familiares del actor rindieron la primera guardia de honor de la noche frente a la urna con las cenizas de Pedro Armendáriz Jr.
(Fuente)
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