Festival de Cine y Derechos Humanos de Barcelona 2012 (2ª Parte)

Pues aquí vamos con la segunda y última parte de nuestra cobertura del Festival de Cine y Derechos Humanos que ha tenido lugar en Barcelona estos días. Nos hubiera gustado poner el palmarés pero a pesar de que se dieron los premios ayer por la noche en la gala de clausura a la que por desgracia no pudimos asistir, aún no han publicado los resultados ni en su web ni en las redes sociales, así que solo en el caso de que la vencedora sea una película latinoamericana haremos un post especial con la noticia.

Sin más os ponemos lo visto en los tres últimos días del festival. En este caso fueron tres largometrajes de ficción, la película chipriota Fish N’ Chips (2011) de Elias Demetriou, la griega Three days happines (2011) de Dimitris Athanitis y la mexicana El premio (2011) de Paula Markovitch.

Fish N’ Chips

Un chipriota nacido en Gran Bretaña trabaja en una tienda de fish'n'chips con su novia alemana Karin y su hija, y su madre que padece Alzheimer. Con el estrés y la tensión de la vida diaria en Londres, decide que lo que todo lo que necesitan es visitar a su patria. Así compra los billetes y los cuatro se van a Chipre. Una vez allí, Andy está convencido que ha encontrado la respuesta a todos sus problemas; invierte sus ahorros en la apertura de su propia tienda de fish'n' chips. Pero la nueva asimilación no es tan fácil como parece para un hombre que realmente no conoce su país de origen.

La mejor película (de ficción) que hemos podido ver en el festival es este drama que trata con mucho acierto el famoso sentimiento que tienen muchos emigrantes cuando vuelven a su país de origen y ven que las cosas han cambiado mucho y que ya no se sienten de ese lugar, pero tampoco se sienten de donde viven así que están en terreno de nadie. Con acertados toques cómicos que le quitan dramatismo a la historia, con unas interpretaciones muy destacadas y con una dirección sobria pero muy efectiva, Fish N’ Chips es una propuesta interesante, complaciente y necesaria.

Nota: 7/10

Three days happiness

En una ciudad que se descompone, tres jóvenes buscan una salida. Irina planea marcharse a Canadá para huir de su familia. Anna se casa para exorcizar al fantasma de su propia familia rota. Vera, al principio de una nueva vida, se enfrenta con la realidad oculta de su familia. Durante estos tres días, sus caminos de improvisto se cruzan, y las conducen a un violenta llegada a la madurez. Bañado en sombras azules creando una atmósfera de ensueño, la película es un paseo sombrío alrededor de Atenas, en los colores que reflejan las almas de sus residentes.

Pues pasamos de la mejor película del festival a la peor, la soporífera propuesta griega Three days happiness. En su contra no puedo excusarla en que es contemplativa y ya sabéis lo que me gusta ese subgénero, pero es que no, tiene una narración, aunque es verdad que de ritmo lento, bastante formal, pero es que lo que cuenta tiene interés nulo, ya no solo en el que si no mas en el como lo cuenta, con talento bajo mínimos y con una estructura confusa y fría. Sin duda lo peor del festival.

Nota: 2/10

El premio

Transcurre 1977 en Argentina. Cecilia, de siete años, aprende que no debe revelar su verdadera identidad en la escuela. Se acostumbra a fingir y a decir lo contrario de lo que piensa. Un día escribe una composición por encargo de las maestras y recibe un premio de manos de los militares, los mismos que probablemente mataron a su papá.

La última película que pudimos ver era una de las más esperadas y particularmente más aún porque ya me la había perdido en la pasada edición de L’alternativa. Lo más curioso es que con directora argentina, reparto argentinos, rodada en Argentina, con acento argentino y sobre la historia argentina, la película sea mexicana-polaca… y eso pasa porque Paula Markovitch, que estudió cine en México que consiguió financiación de los estamentos de su país así que la película es mexicana en todos los efectos. Después de este “extra” comentar que la película si pero no, por una parte me gusta como explica muy sutilmente un tema tan complicado y doloroso como los efectos de la dictadura argentina, basándose más en pequeños casos (aunque importantes) que en la reivindicación más grandilocuente que suele verse en estos casos, pero en la parte negativa es que dura dos horas, y dos horas de una historia tan sutil se hace un poco pesada ya que en ningún momento pasa “nada” importante entonces te queda esa sensación de que esta bien la película pero que le falta algo, que la convierta en algo más que una simple anécdota, y creo que se podría haber puesto dentro del mismo tono sutil de la historia. Aún así la aprobamos por ser una propuesta interesante y atrevida.

Nota: 5/10