jueves, 1 de septiembre de 2011

La crítica de Gonzalo: La mirada invisible

por Gonzalo Restrepo Sánchez



Este es un film interesante que más allá de los pormenores de un colegio respecto a su disciplina, nos muestra específicamente a María Teresa (Julieta Zylberberg en una excelente caracterización), una preceptora novata en su cargo, que se esmera por la aplicación de las normas, la educación, la conducta y la vigilancia obsesiva; llegando incluso a esconderse en el baño de hombres para descubrir a un alumno que sospecha fumador.

Pero la parte del interesante film, es que, más allá de evocar las épocas de cómo se moldearon las conductas, de cómo, si bien no se puede perder la sindéresis; siempre existirán ciertas conductas, que elevan al objeto del deseo a su máxima expresión (aquí hablamos de Biasutto). ¿Cómo explicar esto último?



Lo dice la filósofa española María Zambrano (1904-1991): “¿Permanecerán sin luz estos abismos del corazón, quedará el alma con sus pasiones abandonada, al margen de los caminos de la razón?”. Una buena pregunta para centrar la atención sobre el dilema que desde siempre existe, entre pasión y razón para llegar a su casuística.

2 comentarios:

Sandra Mantas dijo...

Yo la pude ver durante las vacaciones y me gustó mucho. Sobretodo ese aire de malsano a lo Haneke, aunque sin llegar a su crueldad. Un abrazo.

Daniel Gálvez dijo...

Yo aún no he podido verla, desde que he vuelto del viaje estoy intentanto ponerme al día. En un principio la veo la semana que viene. Ya comentaré. Un abrazo.