Hace cincuenta años nació la Cineteca de la Universidad de Chile, archivo fílmico surgido al alero de la institución universitaria que a poco andar se transformó en el hogar de un movimiento que reunió a destacados exponentes del cine nacional como Pedro Chaskel, Héctor Ríos, Miguel Littín y Raúl Ruiz, quienes dieron vida a un momento de enorme lucidez en la cinematografía local.
A pesar de las dificultades que la dictadura militar trajo consigo, como destrucción de material, exilio y desaparición de importantes figuras del movimiento, cincuenta años después la Cineteca de la Universidad de Chile ha logrado rearmarse, darle continuidad a sus diversas actividades y ratificar su función de formación y difusión del archivo fílmico de nuestro país.
"Que este archivo conmemore 50 años es una forma de decirle a la comunidad que instancias desarrollo cultural aún existen, que están vivas, que no tenemos ningún afán romántico, sino más bien una responsabilidad social, y que la Cineteca Universitaria mantiene el mismo ideal de hace cincuenta año: dotar a la sociedad de herramientas que le permita a cada individuo ser autónomo, culto y conscientes de la historia local" estima el subdirector de la Cineteca, profesor Luis Horta.
Para el académico, este hito es además "una instancia de reflexión crítica sobre el panorama actual del estado de nuestra memoria audiovisual, pareciéndonos vital y pertinente que desde la academia se instale un discurso en torno a la memoria y el patrimonio".
Para conmemorar, se han organizado una serie de actividades que comenzarán el próximo miércoles 15 de junio cuando la Cineteca proyecte el film El Gabinete del Doctor Caligari de Robert Wiene, primera cinta que ingresó al archivo fílmico de la institución gracias a la donación del destacado pintor José Venturelli, y que fue sustraída tras el golpe de estado de 1973.
"Al exhibir esta película hacemos un gesto: aunque nos despojen de lo material o aunque particulares quieran lucrar con el patrimonio del país, la Universidad pública insistirá en entregar libremente conocimientos y cultura a la sociedad", manifestó Luis Horta.
La función se realizará en el Auditórium de la Libertad de Expresión Periodista José Carrasco Tapia (Avda. Ignacio Carrera Pinto 1045, Ñuñoa) a las 18:30 horas y la entrada es liberada. Sin embargo, la proyección de esta pieza del cine mudo no será un gesto nostálgico, sino una revisión fresca que contará con la musicalización en vivo de la agrupación Óptica y Ondas.
Además de esta celebración simbólica, la Cineteca contempla el lanzamiento de un nuevo número de la revista Séptimo Arte dedicada al cine nacional. La actividad se realizará el próximo 29 de junio.
Pero sin duda, el proyecto de mayor impacto será el lanzamiento de la cineteca virtual, iniciativa que pondrá a disposición de los interesados (a través del sitio www.cinetecavirtual.cl) el patrimonio fílmico de la institución.
"Un bonito gesto de conmemoración de los cincuenta años de la Cineteca es crear un portal que libere el acervo y las películas de nuestra institución. Así, es la Cineteca quien le regala a la sociedad. Creemos que las políticas existentes en el país relacionadas con difusión y formación de espectadores han sido algo mezquinas, por ello quisimos hacer algo concreto para contribuir a que las películas existan para todos y de forma democrática", explica el profesor Horta, añadiendo además que "el proyecto cineteca virtual permitirá que las personas, independiente del lugar geográfico en que se encuentren, puedan acceder, estudiar y entender el cine nacional, derribando barreras que propone un sistema comercial clásico de distribución. A la vez pondrá al alcance del común de las personas trabajos que muchas veces estaban disponibles sólo para una elite de intelectuales o hasta coleccionistas".
Si bien no hay fecha concreta para el lanzamiento del portal- el que debería efectuarse en el mes de julio- el profesor Horta reflexiona sobre los objetivos a futuro de la Cineteca. "Debemos ser coherentes con nuestra historia y aportar al desarrollo de la actividad desde un prisma específico y académico, generando una apertura a la comunidad para que se siga entregando esa riqueza que son los conocimientos, y que finalmente es el rol que una institución pública cumple. Por ende continuaremos desarrollando las políticas que se implementaron desde la reapertura de la Cineteca destinadas a buscar vías para poner a la comunidad en conocimiento de su historia, formar espectadores y también a los creadores de que sus obras tienen valor y que deben ser legadas a futuras generaciones y que esa responsabilidad cae en la Universidad de Chile", concluyó.
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