Dirección y guión: Ciro Guerra.
País: Colombia.
Año: 2004.
Duración: 90 min.
Género: Drama.
Intérpretes: César Badillo (Mañe), Ignacio Prieto (Hombre de la silla), Inés Prieto (Doña Marelvis), Lowin Allende (Sargento Osvaldo Jaimes), Julián Díaz (El Negro), Andrés Gaitán (El Flaco), Diego Manzano (El Mono).
Producción: Jaime Osorio Gómez.
Música: Diego Hernández y Richard Córdoba.
Fotografía: Emmanuel Rojas.
Montaje: Ricardo Cortés.
Dirección artística: Cristina Gallego.
Sinopsis:
Mañe (César Badillo) atraviesa una difícil situación económica. Ha perdido la movilidad de una pierna y por ello no puede conseguir empleo, no puede pagar su renta y es blanco de las burlas y el desprecio de sus semejantes. Mientras recorre las calles buscando cómo sobrevivir, conoce a un inusual personaje, un silletero (Ignacio Prieto), un hombre que se dedica a cargar gente a su espalda por el centro de Bogotá, cobrando 500 pesos. Dada la manera en que pueden ayudarse mutuamente, surgirá entre ellos una extraña amistad que hará sus vidas más llevaderas y les dará una oportunidad de redención. Pero ambos comparten un pasado, el pasado de violencia que ha acompañado a los colombianos desde siempre. Este pasado los une y a la vez los separa, los descubre como seres que lo han perdido todo, excepto la esperanza de volver a empezar.
Comentario:
Ciro Guerra (director colombiano entrevistado por Cine Latino hace un tiempo) debutó en el largometraje con este drama protagonizado por dos personajes al límite, a los que no les queda nada y que huyen del pasado, un pasado que marcó sus vidas para siempre. Ciro construye este relato en blanco y negro, muy importante para la propia estructura de la película y que la dota de cierto barroquismo y onirismo, ofreciendo una mirada crítica a los problemas que padece la sociedad colombiana, cuestión que el director ha tenido muy presente y que dota a su película de un realismo eféctivo y directo. La película no es perfecta, y dista de serlo, no olvidemos que es una opera prima, pero se puede aprender de ella, de la fuerza de sus imagenes y de la ilusión que el cineasta colombiano le imprime, con esa fotografía en blanco y negro ya comentada y los fundidos a negro que ofrecen unos interludios en la película que permiten tranquilizar el relato y dar un respiro al espectador, como el propio Ciro comentó en la entrevista que hicimos en este blog. Para finalizar dedicamos unas pequeñas lineas al trabajo de los dos actores principales de la película, César Badillo e Ignacio Prieto, que consiguen meterse de lleno en sus papeles y hacernos poner en su lugar.
Aquí dejamos los enlaces a su entrevista:
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1 comentario:
gracisas por compartir esta nota y la entrevista, el poster esta maravilloso, un saludo
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