No todas las biografías de políticos llevadas al cine, siempre salen aplaudidas. Las razones son múltiples. Sin embargo, films como “Invictus” sobre la vida de Mandela, es diferente. Y digo distinta, porque la historia muy pocas veces perdona a aquellos que fueron elegidos por el pueblo para gobernar un país y además con carisma.
El cine está lleno de ejemplos. Ahora, hay que saber diferenciar estos tópicos del cine político. El cine político en la más estricta semanticidad del término, se refiere a las películas políticas que no ocultan su postura política. Esto no significa que sean necesariamente propaganda. De todas formas, en el festival de cine de Lima del año pasado, se exhibió fuera de concurso: “Lula: el hijo de Brasil”, del cineasta Fabio Barreto.
El cine está lleno de ejemplos. Ahora, hay que saber diferenciar estos tópicos del cine político. El cine político en la más estricta semanticidad del término, se refiere a las películas políticas que no ocultan su postura política. Esto no significa que sean necesariamente propaganda. De todas formas, en el festival de cine de Lima del año pasado, se exhibió fuera de concurso: “Lula: el hijo de Brasil”, del cineasta Fabio Barreto.
Perteneciente a la saga familiar más distinguida del cine brasileiro, el también autor de "El cuarteto" (“O Quatrilho”) vio truncadas sus esperanzas de ver su estreno mundial. Barreto, de 52 años, es hijo del conocido productor Luiz Carlos Barreto y hermano de Bruno Barreto, recordado en nuestro medio por su famosa película "Doña Flor y sus dos maridos".
La película que hoy nos ocupa, está inspirada en la vida del ex mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. La historia nos muestra a ese hombre que tuvo un padre borracho que pegaba a su madre, que fue limpiabotas, vendedor de naranjas y cacahuetes, que perdió un dedo como mecánico tornero y se hizo líder sindical antes de convertirse en admirado líder político.
Con tono melodramático, el film es una crónica desprovista de artilugios. La leyenda parte de 1945 y las etapas del film (la vida de niño, adolescente y adulto del ex presidente brasilero), describen una historia (de exceso metraje quizás), cargada de sinceridad y sencillez. Con base en lo anterior, su director Fabio Barreto se centra más en la gran tragedia de la vida del ex mandatario Lula. Entre ellas, la muerte de su primera esposa y del hijo que esperaba durante el parto. Además, la película revela a un hombre más pragmático, si se quiere, que de izquierdas, aunque el film toca muy tangencialmente asuntos políticos.
La película que hoy nos ocupa, está inspirada en la vida del ex mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. La historia nos muestra a ese hombre que tuvo un padre borracho que pegaba a su madre, que fue limpiabotas, vendedor de naranjas y cacahuetes, que perdió un dedo como mecánico tornero y se hizo líder sindical antes de convertirse en admirado líder político.
Con tono melodramático, el film es una crónica desprovista de artilugios. La leyenda parte de 1945 y las etapas del film (la vida de niño, adolescente y adulto del ex presidente brasilero), describen una historia (de exceso metraje quizás), cargada de sinceridad y sencillez. Con base en lo anterior, su director Fabio Barreto se centra más en la gran tragedia de la vida del ex mandatario Lula. Entre ellas, la muerte de su primera esposa y del hijo que esperaba durante el parto. Además, la película revela a un hombre más pragmático, si se quiere, que de izquierdas, aunque el film toca muy tangencialmente asuntos políticos.
Con destacadas actuaciones de Rui Ricardo Díaz como Lula y la reconocida actriz Gloria Pires como Doña Lindu, encabezan un reparto de la película más cara de la historia de Brasil. No obstante, conocedores del tema sostienen que “la película acaba cuando debería relatar cómo el político, sin estudios, consiguió, tras cuatro intentos, llegar a la cumbre del poder en Brasil y ser admirado por todo el mundo”.
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