Hollywood llama a la puerta con insistencia, pero el actor venezolano Edgar Ramírez, el villano de The Bourne Ultimatum, se queda en Venezuela.
"Hasta ahora no he visto la necesidad ni una razón de peso para mudarme a otro lugar", declaró a AP, quien debutó en la Meca del cine en el 2005 con Dominó y este año también lanza la cinta de suspenso Vantage Point. "No tuve que vivir en Estados Unidos para trabajar en Estados Unidos; los buenos papeles están en cualquier parte".
Pese a la situación sociopolítica que atraviesa su país, polarizado desde hace años entre seguidores y opositores del presidente Hugo Chávez, Ramírez, de 30 años, dice que "ningún lugar es perfecto" y que sus razones para quedarse son "fundamentalmente emocionales y creativas".
Habla cinco idiomas, que aprendió de niño mientras recorría el mundo con su padre, un agregado militar, y ha vivido en Austria, Italia, México, Colombia y Canadá.
"Es el contraste entre las contradicciones de mi país y lo que vivo y experimento al viajar tanto, eso es lo que nutre constantemente mi punto de vista", afirma. "Hay cosas de mi país que me desesperan, cosas de Estados Unidos que me aterran, cosas de Europa que me frustran... y al mismo tiempo todos tienen cosas fascinantes. Sin embargo, sólo uno es tu verdadera casa, y para mí esa es Venezuela".
En una entrevista telefónica desde Los Angeles, donde se encontraba promocionando Bourne, Ramírez dijo que su personaje de Paz es "como la piedra en el zapato de (Jason) Bourne". Pertenece a una nueva generación de asesinos profesionales entrenados por la misma organización que creó a Bourne y también está en busca de su propia identidad.
"Siento que básicamente es una película sobre el libre albedrío. Cuántos gobiernos, personajes en la historia han intentado convertir a las personas en robots y al final el humanoide siempre está por debajo y la naturaleza termina explotando", dijo. "Paz opera dentro del mismo contexto. Es un hombre al que le ultrajaron la identidad".
En su preparación para el rol, Ramírez buscó darle una base teórica y una sustancia más densa a Paz leyendo teorías sobre lavados cerebrales y estudiando la diferencia entre el hemisferio derecho y el hemisferio izquierdo del cerebro.
"Es un personaje que sufre algunas transformaciones y, como todo en la vida, ¿quiénes son los buenos y quiénes son los malos? Hay una línea muy difusa entre ambos".
Sobre la filmación indicó que fue larga y dura pero estupenda, y que para él fue "un gran privilegio" trabajar con el astro Matt Damon y el director Paul Greengrass, "personas comprometidas con la integridad creativa de la historia".
Sus expectativas con el filme, un éxito de taquilla seguro, son "¡las mejores, por supuesto!Aunque todo en el cine es muy irregular. Prefiero ser cauteloso con mis propias opiniones y dejarme sorprender".
El actor, quien comenzó su carrera casi sin querer mientras estudiaba Comunicación Social en Caracas con miras a ser diplomático, trabajó en varias telenovelas y películas venezolanas aun después de rodar en el extranjero.
"Yo logro trabajar en Estados Unidos y la escena internacional porque hice cine venezolano, porque el cine venezolano apostó en mí", destacó Ramírez. "El año pasado hice Elipsis y cada vez que se presenten oportunidades voy a trabajar en mi país".
1 comentario:
Me encanta tus puntos de vista y Como con fortaleza y sutileza defiendes Tu hogar... Venezuela!!!
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