domingo, 27 de marzo de 2011

La crítica de Gonzalo: Los colores de la montaña

por Gonzalo Restrepo Sánchez



Carlos César Arbeláez en “Los colores de la montaña”, apuesta por una historia entre niños en una zona rural para hablarnos de la amistad. En este contexto, la cinta tiene claros ecos de “Stand by me” (1986), de Rob Reiner, en el sentido mostrarnos un hipnotizador drama protagonizado por unos niños que juegan a ser héroes.

No estoy diciendo que sea un palimpsesto. Simplemente me remito al film norteamericano, ya que la historia colombiana, también nos indica con naturalidad, que todos (tuvimos) o deberíamos tener amigos así.

Película pues que nos muestra la amistad, la amistad buena, esa que existe cuando tienes 10 o 12 años, donde los diálogos son todos importantes y necesarios, donde ir a la cancha de futbol del pueblo o la vereda, es todo un episodio de la actual vida campesina colombiana.



Además, es un pulcro relato de iniciación. Una historia, si no sobre la pérdida de la inocencia y el tortuoso descubrimiento de la naturaleza de los adultos, sí a través de los ojos de los niños que van en busca de un balón, una metáfora sobre una infancia y unas amistades irrepetibles (me refiero al apodado “Poca luz”). Aunque como se lo escuché recientemente a Robert McKee: “Nada es lo que parece”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mi particularmente me parece una historia que se pasa de sencilla.que le faltan matices,en el juego de camara,en los dialogos,en la trama.
Un espectador que este fuera de nuestro contexto no alcanza a entender el problema politico de fondo,las referencias politicas son pocas...tampoco logran agarrar al espectador la incertidumbre ni el miedo...
Es una historia de ninos donde no se narra,se muestra lo que se vive en el dia dia...parece escrita por ninos y realizada por ninos...No por esto es mala,pero si se pasa de sencilla.El protagonista y Poca Luz muy bellos...las casitas,la escuela,muy familiares...muy nuestras.Creo esto es lo que se salva!.